jueves, 13 de enero de 2011

El Cañonazo







Apenas si me atrevo a comentar lo que estoy sintiendo. No me siento capaz de importunar a mis queridas guías con reflexiones que seguramente ellas conocen mucho mejor que yo. Además, mi ánimo supera una verdad que duele descubrir en cada piedra. Alguien se equivocó muy feo. Todos sabemos quien fue.
La tarde se apura sobre nuestros hombros y hay que seguir descubriendo. Rayi propone un destino absolutamente turístico: El cañonazo de las 9.
Es un espectáculo destinado esencialmente a los turistas, que se desarrolla cada noche en la fortaleza de San Carlos, un fuerte militar que data de 1763 y puede verse vigilante de la bahía desde casi cualquier rincón del malecón. Restaurado con asombrosa exquisitez, la fortaleza recrea, cada noche a las 9, el cierre de las puertas de la ciudad al amparo de una compañía más teatral que miliciana, quienes se ocupan de poner en escena el cambio de guardia y la salva de cañón, para recordar veladamente, que aquí todavía queda mucha dignidad que defender.
Gracias a la rapidez de acción de mis guías, me ahorro unos cuantos dólares, pues los locales pueden pagar la entrada en pesos cubanos; y entonces me pierdo en la maraña babeliana de turistas de ocasión, para disfrutar de un espectáculo que se complementa con la vista espectacular de la Habana Vieja, iluminada en la noche fresca de Diciembre.
Ha llegado el momento de empezar a enamorarme de La Habana, para siempre.

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