sábado, 22 de enero de 2011

Capilla de San Francisco de Paula




Es una de las muchas capillas que se consiguen en los alrededores del casco colonial, pero tiene algunas características especiales que la hacen mucho más notoria que algunas de las vecinas.
Se trata de una iglesia de fachada barroca, con cúpula y hermosos vitrales que fue restaurada a la perfección en el año 2000. Construida bajo la advocación de San Francisco de Paula en 1664 (en realidad no se sabe cuando fue totalmente concluida, pero se reconstruyó después de ser destruida por un temporal en 1730) y formó parte de un claustro conventual desaparecido en el tiempo. Está en una esquina donde confluyen tres calles y disfruta de su propia plaza, de espaldas a la bahía, para sumar ventajas. Solitaria, en medio de la calle y convertida, más en sala de exposiciones y conciertos, que en lugar de culto, esta preciosa iglesia no debe dejar de verse, pues al igual que similares iglesias ubicadas en el sector, representa lo mejor de la arquitectura cubana de la época, que se destaca entre otras cosas, por la tosquedad de la piedra cubana que no permite mayores preciosismos.
Sale a nuestro encuentro y lo agradecemos fascinados. Es muy difícil tener la dicha de mirar vitrales tan bien mantenidos y un órgano de dimensiones tan espectaculares.

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